En el año 2004 se aprueba la Ley de reforma fiscal, que tenía como principal objetivo la formalización de la economía, la ampliación de la base tributaria del IVA, y la introducción de otros impuestos directos. Esto permitió algunos avances, como la ampliación de la base de contribuyentes y el aumento de los ingresos fiscales pasando de un déficit fiscal en el año 2002 a sostenidos superávit en los siguientes años. Sin embargo, estos recursos aún son insuficientes para implementar políticas sociales que permitan superar los grandes problemas de inequidad del país.