• 02 Abr 2017

 

Tomo prestado el título de una novela de Gabriel García Márquez, porque lo que pasó anoche y las primeras horas de hoy, 1 de abril en Asunción (1), tiene algunas similitudes con lo que cuenta esta novela en el sentido de que los personajes sabían que habría un asesinato pero no hicieron nada por evitarlo; pero además porque pareciera que este escritor brillante (para mí) se haya inspirado en nuestro país para recorrer su pluma y juntar letras que se vuelven literatura, realismo mágico. Así como increíble es el realismo paraguayo.

Primera parte: Los hechos

Las primeras horas de este 1 de abril cerraron el primer capítulo de una grave conmoción política en Paraguay –que no sabemos cómo ni cuándo terminará–, con el asesinato, mejor dicho, ejecución, de un joven de 25 años, aparentemente en manos de la policía y en el mismísimo local del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), en Asunción. Es una historia triste, dolorosa, que se inició mucho antes, en la tarde del 31 de marzo, aunque tenga su origen mucho más atrás en el tiempo (o al menos al 25 de agosto de 2016). La causa: las ansias por un poder desmedido, sin límites, de dos presidentes de la república: Fernando Lugo (2008- 2012) y Horacio Cartes (2013-2018). Aquí va la crónica que no pretende ser un análisis político de la situación (ya especialistas harán lo suyo), sino más bien un sintético relato con los hechos más relevantes que llevaron a esta tragedia.

El primer hecho: el lunes 27 de marzo un grupo de senadores, 25 en total, de los partidos Colorado (Asociación Nacional Republicano – ANR), Liberal Radical Auténtico (PLRA) y del Frente Guasu presentan una nota al presidente del Congreso solicitando una sesión extraordinaria del Senado para el martes 28 con el fin de tratar la modificación de algunos artículos del reglamento interno con el fin de lograr lo que hace ya mucho tiempo querían: volver a incluir un proyecto de enmienda constitucional para que un referéndum avale la reelección presidencial, lo que habilitaría a Lugo y Cartes para pujar como candidatos en las elecciones generales de 2018 (2) . Este grupo está compuesto por 4 senadores del Frente Guasu(3), 8 del PLRA y 13 de la ANR y es conocido como el grupo llanista-cartista-luguista o grupo pro enmienda. Para ello primero necesitaban modificar artículos del reglamento interno de actuación de la Cámara Alta para evitar “que el presidente del Senado pueda retener el proyecto de modificación de la Constitución, tal como está habilitado actualmente” (artículo 41); que se baje la cantidad de votos (30/45, dos tercios del total) a 23 con el fin de aprobar “una moción presentada ‘sobre tablas’ para estudiar un proyecto que no tenga dictamen de comisión” (4) .

El presidente del Congreso, el liberal Roberto Acevedo, integrante del otro grupo (que está en contra de la enmienda) compuesto por senadores liberales, colorados y de Avanza País (en total 19 votos), en uso de sus atribuciones, responde que tiene 48 horas para dar curso al pedido. Pero ya el martes 28 la Policía pone vallas al local del Congreso Nacional, lo que empieza a exacerbar los ánimos.

El segundo hecho: El martes 28, con la policía cercando las calles del Congreso, se presentan todos los senadores y el presidente Acevedo informa que convoca a la sesión extraordinaria para el jueves 30 de marzo. Allí en plena sala de sesiones se generan reacciones que concluyen con (para mí) el primer atropello: ignorando la presencia en ese mismo lugar, del presidente y vicepresidente primero del Senado (Acevedo y Eduardo Petta, ambos del grupo contra enmienda), el vicepresidente segundo, Julio César Velázquez (del grupo pro enmienda) “asume” la presidencia del Senado, “oficializando” y dando entrada a la solicitud de modificación del reglamento interno. Aparecen las discusiones, amenazas, intentos de golpes físicos entre senadores, por lo cual el grupo pro enmienda decide ir a “sesionar” a la oficina de la Bancada del Frente Guasu donde, presentado el proyecto de modificación del reglamento, en un santiamén se tiene un dictamen de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos que “aconseja la aprobación sin modificaciones del Proyecto de Resolución por la cual se modifican los Artículos 11, 41, inc. II y 117 del Reglamento Interno de la Cámara de Senadores”, y todos los senadores y senadoras lo aprueban, con la velocidad de un rayo.

A la noche la gente se manifiesta contra dicha resolución que considera que la actuación del grupo pro enmienda protagonizó un golpe parlamentario.

Tercer hecho: El jueves 30, día de plenaria en el Senado y fecha marcada por el presidente para dar curso a la solicitud de grupo pro enmienda, no se cuenta con quórum pues este grupo no se presenta. Queda la incertidumbre de qué harán, cuándo presentarán su proyecto de enmienda.

Cuarto hecho: Ya cerca del mediodía, el viernes 31 el grupo pro enmienda se reúne en sesión paralela por segunda vez y a puertas cerradas en el mismo local, la Bancada de Frente Guasu, presenta y aprueba el Proyecto de Enmienda Constitucional que, entre sus puntos principales, establece los cambios constitucionales, que permitirán la reelección, así como otras modificaciones que hacen a las candidaturas presidenciales (5).

El quinto hecho: Esta decisión genera la reacción de la ciudadanía que va llegando a las plazas aledañas al Congreso, apenas aprobada la enmienda constitucional, y empieza la represión por parte de la policía que hiere a muchas personas con balines de goma y con carros hidrantes.

Foto: Fernando Calistro Arévalos, reportero gráfico del diario Última Hora

Unas horas después, quizá a partir de las 19 o 20 horas, muchos manifestantes logran romper las vallas policiales y toman la sede del Congreso, mientras las fuerzas policiales abandonan el lugar. Allí incendian el local y se destrozan o roban muebles y equipos. Los bomberos tardan en llegar. La noche se ilumina con el fuego que arde, así como arden los ánimos de los manifestantes. Alrededor de las 22 parece que el fuego y las aguas se calman, pero en realidad el enojo ciudadano se va mudando a otros puntos del microcentro capitalino, donde según afirmaciones recabadas, la policía detiene de forma “aleatoria” a gente en la calle, en tanto ocurren nuevos hechos violentos como la quema de vehículos privados estacionados en las calles o ataque a locales comerciales de los alrededores.

Parecía que todo acabaría allí. Pero llegando el nuevo día, alrededor de las 02 de la mañana, el local del PLRA, ubicado a pocas cuadras del microcentro, es asaltado por policías que entran al lugar armas en ristre y van disparando a su paso; las imágenes que después se difunden muestran cómo cae un joven en los pasillos al ser baleado por uno de ellos, mientras los otros policías atacan a las más de 100 personas que habían ido a resguardarse después de las manifestaciones. El joven ejecutado era Rodrigo Quintana, quien recibió 8 balazos, en tanto los demás eran puestos cuerpo a tierra a punta pistola. después son detenidas más de 200 personas y llevadas a la Agrupación Especializada. Hasta el momento la Policía dice no ser responsable del asesinato.

Segunda Parte: Mis opiniones dispersas (6)

Sobre lo ocurrido el 29 de marzo, la primera sesión paralela

“En términos de cumplimiento de las normas establecidas, pregunto cuáles son las diferencias entre los hechos del 22 de junio de 2012 y de ayer, ambos ocurridos en el Congreso Nacional. Obviamente hay diferencias abismales en que sea destituido un presidente legal y legítimamente elegido por la gente, con lo cual las consecuencias fueron gravísimas.

Pero si defendemos un Estado de Derecho no podemos minimizar lo de ayer. Me duele que haya gente que incluso se burla de quienes calificamos de grave el atropello del grupo de senadores que, amparados en su mayoría, pisotearon al menos dos artículos constitucionales y el reglamento interno de la Cámara de Senadores”.

Sobre lo ocurrido el 31 de marzo, en horas tempranas

“Ojalá me equivoque. Hasta ahora lo que se logró es la división en pedacitos de todos los grupos políticos no colorados. Ellos, los colorados, están allanando el camino al triunfo. En eso son maestros con doctorados. Porque más temprano que tarde, la ANR llega siempre a la unidad granítica. En tanto se exacerban los odios en la oposición. Incluso fuera de los partidos…”.

Sobre lo ocurrido el 31 de marzo: la aprobación del proyecto de enmienda constitucional

“¿Ya está? Sí. ¿Ya? Sí. ¿No entendés? Rekutu . Jekutu (7)  lo que nos hicieron. Heridas que serán difíciles de cerrar”.

Sobre lo ocurrido a primeras horas de hoy, 1 de abril: el asesinato de un joven

“Fue una ejecución. Cobarde. Vil. Se asesinó a un joven. ¿Van a decir otra vez que es culpa de los medios como ayer de tarde? ¿Se animan a decir ‘que ya tienen para su muerto?”.

Y para cerrar:
“Respeto las diferencias, las opiniones divergentes (enmienda, reelección, reforma constitucional), pero no se puede justificar lo ocurrido diciendo que los manifestantes fueron todos vándalos, que la prensa instigó, que siempre se viola la Constitución, que tienen mayoría, que uno u otro grupo tiene la culpa, que el sistema neoliberal y muchos etc.

Yo al menos no puedo justificar el quiebre de la institucionalidad democrática. No. Yo quiero un Estado de derecho, y aunque maltrecha, se debe respetar. O si no cerremos el telón”.

Lejos de mi país, mediodía del sábado 1 de abril de 2017.


1. Este un artículo preliminar, pensado sobre todo para quienes no están en el país, con datos rápidos pero cuidando la fidelidad de las fuentes. Escrito con rapidez, con emociones contenidas, mucha tristeza y con profunda decepción sobre cómo pensamos, actuamos, nos posicionamos respecto a nuestro ideal de Estado de derecho.
2. Claro que esta disposición sería también para todos los anteriores presidentes de la república.
3. Excluyo al senador activo Fernando Lugo porque en su discurso público siempre dijo ser no partidario de la enmienda, porque no dio la carta durante todo este tiempo y tampoco participó de las sesiones, sin embargo, el Frente Guasu solo quiere candidatarlo a él (¿?).
4. Fuente: http://www.telesurf.net “¿Qué implica la reforma del reglamento del Senado de Paraguay?” (29/03/2017).
5. Imagen con la información sobre lo que se enmendará, elaborada por Kurtural. Datos publicados en Facebook.
6. En esta parte incluyo mis opiniones que compartí en mi cuenta de Facebook: Myrian González Vera.
7. Re kutu: en guaraní Kutu significa clavar y se agrega el prefijo castellano re para indicar repetición, o sea volver a clavar que, en este caso, quiere decir volver a ocupar un cargo, ser reelegido/a. Jekutu es simplemente clavar a alguien o algo.