La política paraguaya no es un espacio particularmente amable con las mujeres. Tiene una cuota legislativa de participación muy baja si la comparamos con otros países del continente y la presencia efectiva de mujeres en el Parlamento es aún inferior a ese teórico 20%. Esta investigación rigurosa y amena de Lilian Soto y Gabriela Schvartzman, en tanto militantes políticas y feministas, hace un recorrido apasionante por la lenta y dificultosa evolución de la representación femenina en nuestra política.
Ese itinerario de pequeños pero sostenidos avances en un ambiente densamente conservador y machista –Paraguay fue el último país de América Latina en establecer el derecho al sufragio activo para las mujeres– nos muestra lo lejos que aún estamos de llegar al planteo de la paridad en la participación, un debate iniciado con la Declaración
de Atenas, en 1992. Pero, a la vez, nos sumerge en las motivaciones profundas que llevan a las mujeres a intervenir en la política y a conocer los obstáculos que deben vencer. Si bien nadie discute que la mirada y la acción femenina enriquecen la discusión y las decisiones de los partidos, este trabajo tiene el mérito de explorar otra vertiente del tema: los efectos de la participación política en esas mujeres (…).

Las mujeres políticas de hoy están paradas en un territorio en disputa con los varones, la tradición y la modernidad, que es el resultado de luchas y tensiones que vienen de lo más profundo de nuestra historia, y es enorme la deuda que tiene el Paraguay en cuanto a la igualdad política plena. Es imprescindible que se aceleren los avances y se acorten las brechas que hoy nos separan de otros países del continente y nos definen como país excluyente. Más mujeres en la política, sobre todo mujeres con conocimiento y conciencia de género, son esenciales para una democracia de mayor calidad.

El sistema político que hemos sabido construir en las últimas décadas –falocrático y considerablemente misógino– está perforado por tantos fracasos e inequidades que hacen innecesario argumentar la afirmación anterior. Este trabajo explica por qué la participación política de las mujeres avanza más lentamente de lo que el sentido
común y las evidencias indicarían.

Alfredo Boccia (fragmento del prólogo).