[ssba]

FEMINISMOS EN LUCHA POR LA DEMOCRACIA

14 y 15 de septiembre de 2024

Asunción

Mujeres organizadas, activistas y lideresas campesinas, sindicales, indígenas, afrodescendientes, militantes antirracistas, bañadenses, estudiantes, trabajadoras domésticas, trabajadoras sexuales, investigadoras sociales, periodistas y comunicadoras urbanas y rurales, jóvenes, adultas y mayores, madres, mujeres trans, lesbianas y de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, pertenecientes a 52 organizaciones sociales, reunidas en el XVII Encuentro entre mujeres activistas y lideresas de la sociedad civil, analizando y debatiendo sobre la democracia y sobre nuestros feminismos, DENUNCIAMOS:

  • Que en varios países de nuestra región, y también en Paraguay, existe una presión de sectores de ultraderecha, ultraconservadores y anti-derechos, que secuestran los poderes del Estado para destruir las políticas sociales y los avances en derechos que se produjeron en América Latina en décadas anteriores. Atacan los derechos jubilatorios, los derechos reproductivos y sexuales, el derecho a la libre expresión, el derecho a la organización, los derechos de las mujeres y de la población TLGBIQ+ y la igualdad de género.
  • Que las fuerzas conservadoras y fundamentalistas se articulan con los poderes económicos y políticos y actúan en conjunto para sacarnos derechos, en algunos países incluso se alían con el narcotráfico, con grupos paramilitares y con organizaciones criminales que lucran con la trata de personas y otras actividades ilícitas.
  • Que el Estado paraguayo está cooptado por el poder económico y por la narcopolítica. Las políticas públicas son para los poderosos, son ellos los que están mejor y no la población. Mientras ellos se siguen enriqueciendo, en el campo faltan alimentos, los bosques se queman y las mujeres indígenas ya no pueden obtener las materias primas  para su artesanía ni las plantas de la medicina tradicional no hay trabajo en las zonas rurales y la juventud se ve asediada por el narco, por la expulsión de sus comunidades y por el desplazamiento forzado.
  • Que los conservadurismos impulsan reformas laborales para precarizar aún más las vidas de las trabajadoras y los trabajadores y de las personas adultas,  y retroceder en derechos clave como la jubilación o la estabilidad laboral, perjudicando con mayor fuerza a las mujeres, a las personas más pobres, a las personas racializadas y a las personas discriminadas por razones de orientación sexual e identidad de género.
  • Se promueven también reformas económicas que favorecen a los sectores extractivistas del agro y el hidro negocio, en perjuicio de las personas campesinas que producen nuestros alimentos en el campo y de los Pueblos Indígenas. Mientras, esos grupos siguen actuando en perjuicio de las mayorías e incluso son actores centrales de la crisis climática que está causando estragos en nuestros países, como los gigantescos incendios que afectan actualmente a los ecosistemas del Gran Chaco Americano y del Amazonas.
  • Que estos sectores, sólidamente aliados, utilizan discursos de odio, noticias y campañas de desinformación, como el invento de la “ideología de género” para perseguir y criminalizar la lucha social de los feminismos y las diversidades y buscan impedir que hablemos de género, igualdad, protección de derechos y abusos, incluso desde el ámbito educativo
  • Utilizan además la persecución y el miedo para acallar a las organizaciones sociales y a las organizaciones feministas, y persiguen incluso a comunicadoras que trabajan por la igualdad.
  • En todos estos ataques los cuerpos disidentes son los más afectados por las agresiones, así como las mujeres de los sectores populares, y cuando se trata de mujeres con liderazgo o presencia pública, la violencia política de género se aplica con más fuerza para silenciarlas, mediante el acoso sexual, la intimidación y las agresiones verbales y físicas.

Ante todo esto, mujeres feministas nos unimos y decimos:

    • Que los ataques a derechos, protagonizados por los sectores ultraconservadores son ataques a la democracia, una democracia que aún es débil y excluyente pero que es el espacio donde podemos seguir luchando por nuestros derechos y que debemos ampliar para que sea una democracia de cuidados, paritaria, incluyente e igualitaria.
    • Que la avanzada anti-derechos y ultraconservadora encuentra en los feminismos al movimiento social que más confronta y desafía sus ataques: las feministas somos muchas, estamos en expansión permanente, cada vez más hay mujeres jóvenes que sin miedo se reconocen feministas, con feminismos populares, antirracistas y anticoloniales que se multiplican y se visibilizan y ponen a diario el cuerpo para la resistencia.
  • Que las feministas y nuestras organizaciones trabajamos en educación y formación en igualdad y derechos, trabajamos por los derechos de las trabajadoras domésticas, por los derechos sexuales y reproductivos, por la legalización del aborto y la plena vigencia de nuestro derecho a decidir y del Estado laico, por los derechos de las personas viviendo con VIH, por el derecho pleno a la salud, por el derecho a la educación integral en sexualidad, por los derechos de las personas LGBTIQ+, por los derechos de los Pueblos Indígenas, por tener una alimentación sin agrotóxicos, por el empoderamiento político y económico de las mujeres, por el derecho a la no discriminación y a la visibilidad de las mujeres  afrodescendientes y de las mujeres trans, por el fin de la violencia de género,  por todos los derechos, y lo hacemos sin pausa.
  • Que los feminismos tenemos una gran capacidad de lucha y resistencia, de trabajar articuladamente, de construir espacios de convergencia, más allá de las diferencias. Somos diversas, aunque muchas veces seguimos reproduciendo la cultura y las prácticas colonialistas y propias de la sociedad dominante, por lo que necesitamos ennegrecer e indigenizar nuestros feminismos. 

Y convocamos a nuestras congéneres y a toda nuestra sociedad:

  • A construir una democracia fuerte, incluyente, no de fachada, sino una democracia que reconozca todos los derechos de todas las personas y a luchar por la democracia en toda nuestra América Latina.
  • A construir más feminismo, integrando el diálogo intergeneracional y colocando el antirracismo, el anticolonialismo y la lucha contra el extractivismo, el capitalismo, el neoliberalismo y toda forma de discriminación como ejes centrales de nuestras organizaciones.
  • A interpelar a nuestras congéneres mujeres que discriminan a otras mujeres o se oponen a los derechos; a contarles a ellas, a los hombres y a nuestra sociedad que los feminismos luchamos por la igualdad, trasmitiéndoles eso con ternura política feminista.
  • A confrontar el miedo que intentan imponer desde los sectores anti-derechos y a disputar el poder en la institucionalidad democrática para proteger nuestros derechos, evitar retrocesos y avanzar. Estamos desafiadas a fortalecer nuestra construcción política para disputar dentro de la sociedad, más ahora cuando las feministas somos centro de los ataques.
  • A seguir creando y fortaleciendo espacios de formación en género, feminismos, democracia, interculturalidad e interseccionalidad, a construir y deconstruir conceptos de la cultura política dictatorial, machista y patriarcal que siguen vigentes y a disputar la comunicación, confrontando las noticias falsas y las mentiras en las redes, en los espacios de encuentro, en toda nuestra sociedad.
  • A no cansarnos de luchar por nuestros derechos y por nuestros territorios, a superar los miedos, el cansancio, los ataques, y a continuar trabajando articuladamente y buscando la unidad, a seguir sosteniéndonos, a autocuidarnos y cuidarnos unas a otras y a hacer más amorosas las trincheras.
  • A seguir celebrando y valorando la diversidad de las mujeres, de las organizaciones feministas, de toda nuestra sociedad. 

¡Más feminismo es más y mejor democracia!