Los últimos 10 años han sido fundamentales en el proceso de organización y en la conquista de los derechos sociales y económicos de las trabajadoras domésticas remuneradas del Paraguay. El Sindicato de Trabajadoras Domésticas y Afines de Itapúa (Sintradi) se creó en el 2012 con la finalidad de organizar a las trabajadoras domésticas del sur, más precisamente del departamento de Itapúa, que se compone de 30 distritos. Las características del sindicato están dadas tanto por el contexto geográfico, político, social y cultural en el que se desenvuelve, como por las experiencias y trayectorias de sus integrantes.

El Sintradi trabaja en estrecha articulación con otras dos organizaciones de trabajadoras domésticas que se ubican en Asunción, que cuentan con algunas filiales en otros departamentos: el Sindicato Trabajadoras Domésticas del Paraguay – Legítimo (Sintradop-L) y Sindicato de Trabajadoras del Servicio Doméstico del Paraguay (Sintradespy). Las tres organizaciones coinciden en sus objetivos: la defensa de los derechos laborales de las trabajadoras domésticas, constituirse en espacios que brindan información y acompañamiento a las trabajadoras cuando sus derechos son vulnerados y promover oportunidades de capacitación (Soto y Ruiz Díaz, 2014).

Desde el año 2013 se observan importantes acontecimientos que determinan reformas sustanciales en la legislación paraguaya, pero recién en 2019 se ha conseguido el derecho pleno al salario mínimo; en esta conquista los sindicatos de trabajadoras domésticas han tenido una participación protagónica.
La alianza en un frente común entre trabajadoras domésticas que pertenecen a diferentes sindicatos ha incidido fuertemente en la opinión pública y en el
marco normativo nacional. El presente documento recoge la historia del Sintradi a partir de sus protagonistas –las trabajadoras domésticas de Itapúa– porque ellas merecen que su historia sea registrada por escrito.