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Mujeres Libres de Violencia junto con el Movimiento Por el Derecho a la Salud hicieron un conversatorio en el 8M sobre la alimentación y su impacto en la salud. Foto: Luis Vera/ CDE

 

 

EL HOSPITAL DE LOS POBRES, NOS EMPOBRECE 

 

Las mujeres organizadas del campo y la ciudad, del Movimiento por el Derecho a la Salud “María Rivarola” y las organizaciones nucleadas en la articulación de Mujeres Libres de Violencia, venimos denunciando el peligro de perder nuestro derecho a la salud pública gratuita y de calidad desde el comienzo de la pandemia.

 

Hemos enfrentado retrocesos en el derecho a la salud sexual y reproductiva, nos obligaron a deambular de hospital en hospital, incluso para ser bien atendidas durante el parto; se nos han negado medicamentos e insumos garantizados en el listado básico del Ministerio de Salud; se nos ha negado el acceso a tratamientos para quiénes sufrimos algún tipo de cáncer, incluso, existiendo leyes que garantizan el acceso gratuito y de calidad. Muchas personas han muerto prematuramente por enfermedades que podrían haber sido tratadas y ante las emergencias, nos han obligado a comprar medicamentos, antibióticos, e insumos tan básicos como guantes e hilos para coser las heridas.

 

Ahora, nos dan un nuevo golpe, y encarecen los precios para acceder a la atención médica en Clínicas, un hospital que, de hecho, debería dar atención gratuita a toda la población.

 

Nos afecta y nos preocupa el anuncio de las autoridades de este Hospital, ya que, el argumento, siempre utilizado de la falta de recursos, no puede ser usado en contra de la población. Incluso en pandemia, el Estado tuvo baja ejecución presupuestaria en salud, recursos que podrían haber sido dirigidos a clínicas para reforzar la calidad y la gratuidad de la atención. No nos olvidemos, que la ciudadanía sostiene las políticas de salud de nuestro país con sus impuestos, particularmente el injusto IVA que pagamos todas las personas por igual, ¡No pueden obligarnos a pagar por un derecho que nos corresponde!

 

Lamentamos estos retrocesos, que se sostienen en el reinante paradigma de la privatización de la salud y la mercantilización de la vida. Un camino sin retorno, que afectará aún más a una población castigada por el empobrecimiento y la falta de políticas de protección social universal.

 

Nos oponemos a este camino de exclusión, nos oponemos a la privatización, y seguiremos luchando por la salud pública gratuita, de calidad e integral que nos corresponde por Derecho.