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Pronunciamiento del XVI Encuentro entre mujeres activistas y lideresas de la sociedad civil 

 

130 mujeres de 50 organizaciones, de 15 departamentos del país, reunidas los días 25 y 26 de noviembre de 2023, en Asunción; activistas y lideresas campesinas, sindicales, trabajadoras domésticas, trabajadoras sexuales, personas trans, mujeres de pueblos indígenas, urbanas y rurales, jóvenes, adultas y mayores, investigadoras sociales, mujeres con discapacidad, periodistas y comunicadoras con diversas demandas, reivindicaciones y luchas, nos reunimos desde hace diez y seis años en este encuentro para reflexionar y trabajar sobre nuestros derechos, y este año expresamos cuanto sigue:

 

El feminismo es la fuerza histórica y aglutinadora que hizo posible la conquista de derechos para las mujeres. Derechos a los cuales no vamobaseball jersey maker custom soccer jerseys baseball jersey maker yeezy sale adidas essential star 3.0 with black strings feuerlöscher kohlendioxid wofür deuter nomi wigs for sale walkloden jacke damen bershka overshirt levis coupe boyfriend natural eyeshadow palette défilé de mode robe de soirée ležalniki z vozičkom nike presto blancas con celeste s a renunciar.

 

Sabemos que la organización es el único camino para seguir luchando por la igualdad y nos comprometemos a resistir ante la arremetida de grupos antiderechos que no solo se oponen a la implementación de políticas públicas que beneficiarían a todas las paraguayas y paraguayos, sino que además pretenden arrebatarnos derechos ya conquistados, eliminar ministerios como el de la mujer y el de la niñez y adolescencia. Incluso niegan la existencia del machismo, de la violencia machista y de los feminicidios.

 

Denunciamos la violencia en el ámbito de la salud. La violencia obstétrica a la que son sometidas las mujeres sordas, quienes son víctimas de esterilizaciones forzadas, negándoles el derecho a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas es inadmisible. También las mujeres que viven con VIH sobreviven a este tipo de violencia, además de situaciones de discriminación en los servicios de salud y eso debe parar. Cuando las personas neuro divergentes y psiquiátricas precisan una atención integral, reciben tratos inhumanos, una práctica que sigue vigente en el hospital psiquiátrico y que no puede continuar.

 

Las mujeres trans también siguen siendo violentadas en los servicios de salud en donde ni siquiera se respeta sus nombres sociales y siguen teniendo que dedicarse al trabajo sexual casi como unica  salida para la subsistencia, ante la discriminación que sufren a la hora de acceder a empleos, incluso habiendo hecho esfuerzos para acceder a la educacion formal.

 

El acoso sexual hacia a las mujeres sigue siendo una práctica naturalizada en las calles y en los espacios de trabajo. Las mujeres periodistas y comunicadoras del Paraguay que denunciaron violencia sexual en el grupo Albavisión (Canal 9, C9N, Paravisión), fueron victimas de persecuciones judiciales y despedidos injustificados y eso es intolerable. Expresamos nuestra plena solidaridad con ellas.

 

Denunciamos la creciente violencia política contra las mujeres en espacios de poder que se pronuncian en contra de la corrupción y ponen el cuerpo ante los riesgos que corre nuestra frágil democracia y los constantes intentos por socavar derechos para la ciudadanía en general y en especial para las infancias, las mujeres y las diversidades.

 

Nos sumamos al reclamo de las mujeres indígenas cuyas realidades permanecen invisibilizadas. Ellas no solo quieren ser escuchadas, sino ser protagonistas en la búsqueda e implementación de soluciones. Queremos justicia para las mujeres indígenas víctimas de las violencias del Estado por acción y omisión,  como ha sucedido con la  lideresa Silvia López, del Pueblo Ava Guaraní, quien ingresó al hospital de Curuguaty en busca de salud y salió sin vida. ¡Exigimos justicia para ella!.

 

Nos oponemos enfáticamente a los desalojos violentos que afectan principalmente a las mujeres campesinas y bañadenses, sus hijos e hijas. Destruyen sus viviendas, sus chacras y las esperanzas de acceder al derecho a la tierra propia. Denunciamos al agronegocio que acogota la subsistencia de la agricultura familiar campesina, poniendo en riesgo no solo la seguridad alimentaria sino también al medio ambiente.

 

Como mujeres, ciudadanas y personas titulares de derechos irrenunciables, exigimos: 

 

-Que el Estado deje de mentir sobre la igualdad de género y sobre los feminismos; este es un movimiento social y político que lucha por los derechos de las mujeres y debe ser valorado y respetado, no perseguido.

 

-Que la igualdad de género siga siendo un enfoque claro de las políticas públicas. No es posible cerrar las brechas de  desigualdades sin considerar el género y eso debe ser impulsado por el Estado.

 

-Que las mujeres con discapacidad, las mujeres trans, las mujeres viviendo con VIH, las mujeres indígenas y las mujeres campesinas  sean plenamente respetadas en sus identidades y derechos en el sistema de salud.

 

-Que el acceso a la salud esté garantizado para todas las mujeres, que la atención no discrimine a nadie, ni por su orientación sexual, discapacidad, raza, etnia o clase social.

 

-Que se retome el debate respecto de la ley contra toda forma de discriminación que reglamenta el artículo 46 de la Constitución Nacional, donde se consagra el derecho fundamental a la no discriminación en los siguientes términos: “Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos. No se admiten discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e impedirá los factores que las mantengan o las propicien. Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no serán consideradas como factores discriminatorios sino igualitarios”.

 

-La anulación de la ley Riera-Zavala que institucionalizó la violencia que siempre se ejerció en contra de las poblaciones vulnerables. No solo criminaliza la lucha campesina, sino la extrema pobreza, que no es otra cosa que el resultado de la violencia estructural perpetrada desde el Estado, incapaz de ejecutar una verdadera reforma agraria.

 

-Dejen de negar la existencia del cambio climático y de sus nefastas consecuencias que afectan de manera directa a la forma de vida en el campo y la ciudad.

 

-La anulación de la Resolución “Riera” Nº 29.664/17 “por la cual se prohíbe la utilización de materiales impresos como digitales referentes a la teoría y/o ideología de género en las instituciones educativas dependientes del Ministerio de Educación y Ciencias”, utilizada para perseguir a docentes e impedir hablar de históricas desigualdades y discriminaciones que afectan a las mujeres.

 

-El cese de los desalojos violentos contra comunidades indígenas, campesinas y asentamientos urbanos.

 

-Que se frenen las políticas privatistas que perjudican las vidas de las personas y especialmente de las mujeres.

 

-Que el Estado a través del poder judicial garantice el acceso a la justicia. Las mujeres que son víctimas de violencia tienen derecho a obtener justicia inmediata y de calidad cuando enfrentan un proceso penal.

 

– La derogación de la Resolución 933/23 sobre el Material 12 Ciencias y el inicio de un proceso transparente, participativo e informado de elaboración del currículum de educación sexual que incluya una revisión basada en estándares científicos y pedagógicos actuales.

 

-Que se suspenda toda iniciativa de hacer desaparecer al Ministerio de la Mujer. Esta institución es una conquista de las mujeres organizadas del Paraguay y es responsable de las políticas de género tan necesarias ante las innumerables desigualdades que persisten en nuestro país.

 

¡Feminismo es territorio de vida, 

es territorio de lucha, es territorio de libertad! 

 

Asunción, 26 de noviembre 2023.

 

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