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Este miércoles 14 de octubre, se realizó el conversatorio “Funcionariado público sin privilegios ni prebendarismos” en el marco de la campaña “Todas las voces para transformar el Estado”, promovida por el Centro de Documentación y Estudios (CDE), con el apoyo de Diakonía.

El encuentro tuvo la participación de Raúl Quiñónez, del Centro de Estudios Ambientales y Sociales (CEAMSO), Federico Enciso, de la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica (CUT-A), Mirtha Arias, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Lilian Soto, del Centro de Documentación y Estudios (CDE).Contó con la moderación del reconocido periodista y presentador de televisión Benito Fleitas.

Todos los participantes coincidieron en la necesidad de modificar el sistema actual de acceso al empleo público; y que este acceso sea a través de concursos públicos con mecanismos transparentes y sistemas de rendimiento y compensaciones claras.  En el marco del debate sobre Reforma de Estado que plantea el Poder Ejecutivo, existen actualmente dos anteproyecto de reforma del servicio civil.

“La profesionalización del funcionariado público es indispensable para nuestra sociedad porque un servicio civil de carrera y competente implica la posibilidad de que se generen las políticas públicas adecuadas para abordar los problemas que existen en el Paraguay” dijo  Lilian Soto

“Cualquier proceso de reforma del sector público, aparte de este condicionante fuerte que está determinado por la masa laboral que presta un servicio público, debe contemplar  “para quién” se presta. El ciudadano está en el centro de la gestión, cualquier planteamiento de reforma que se dé, cualquier sistema de concursabilidad o de implementación de la ley, cualquier discusión tiene que llevar a que el conjunto de la sociedad comprenda que el ciudadano debe ser el objetivo central de la prestación del servicio público, porque es no sólo quien paga de los impuestos, sino beneficiario del servicio que debe recibir”, dijo  Raúl Quiñónez, del Centro de Estudios Ambientales y Sociales (CEAMSO)

“Para nosotros es importante la admisión por concurso porque es la manera de eliminar la prebenda política. Estamos de acuerdo con eso. También estamos de acuerdo con la profesionalización. Pero creemos que esta propuesta del Ejecutivo, de un proyecto de Ley que plantea que el órgano rector no sea la Secretaría de la Función Pública no coincide con esta visión. Queremos que la Secretaría de la Función Pública sea un organismo autónomo”, dijo Mirtha Arias de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)

“Constantemente escuchamos que el 80% de los ingresos del Estado va a salarios. Eso es una mentira, porque si solamente se reduce a los ingresos fiscales, o sea,  a los ingresos tributarios, sí es el 80%, pero en realidad, el Estado tiene otros  ingresos, por ejemplo, de las Entidades del Estado, la ANDE, la ESSAP, la COPACO. Todas esas entidades dan mayores ingresos al Estado que los propios tributos y en la totalidad de la torta, el salario y todos los beneficios de los funcionarios públicos ocupa el 30%. Eso no se dice a la hora de discutir estos temas, que son muy importante”, dijo Federico Enciso, de la  Central Unitaria de Trabajadores Auténtica (CUT-A)

 

 

DIFERENCIAS ENTRE SECTOR PÚBLICO Y SECTOR PRIVADO.

“Cuando se habla hoy de la reforma del servicio civil, la primera asociación mental rápida que comúnmente se hace está vinculada con echar funcionarios públicos o bajarles el sueldo con el objetivo de achicar el Estado. Pocas veces se analiza que para que existan políticas públicas indispensables como la educación, la salud o la seguridad, es necesario un conjunto de personas que desarrollen las tareas, teniendo la preparación adecuada, así como remuneraciones apropiadas”, dijo Lilian Soto quien es especialista en Administración Pública.

“La reforma del servicio civil debe comprender los mecanismos a través de los cuales se logre que el Estado cuente con esas personas, garantizando la igualdad de oportunidades de toda la población para ingresar al empleo público”, añadió.

En cuanto a la diferencia entre funcionariado público y trabajadores y trabajadoras del mundo privado sostuvo “Los funcionarios públicos, en sus decisiones afectan la vida de todas las personas y trabajan con recursos públicos. Por otro lado, las personas del ámbito privado pueden hacer todo lo que la ley no prohíbe, mientras que en el sector público,  el funcionariado solo puede hacer lo que la ley le indica”

Soto sostiene que “el funcionariado público paraguayo ha sido profundamente afectado por las características de la cultura política o conjunto de creencias, valores y premisas que se manejan en el mundo político: autoritarismo, caudillismo, prebendarismo, clientelismo, nepotismo, discriminación”, dijo Lilian Soto al tiempo de señalar que para realizar el cambio hace falta voluntad política gubernamental para implementación de concursos; capacitación permanente del funcionariado público; y una mirada que no vea a la administración pública como el botín de correligionarios, sino como el ámbito que puede transformar la vida de todas las personas.

 

DESIGUALDADES VERTICALES Y HORIZONTALES

“Existen diferencias en el funcionariado público en su conjunto que no necesariamente van a ser resueltas con la legislación que está en el congreso hoy en día”, dijo Raúl Quiñónez del Centro de Estudios Ambientales y Sociales (CEAMSO).

“Cuando uno tiene una ley, aún aprobada,  es un sentido inmaterial, y en el papel con un número de artículo, pero eso se materializa en la medida en que se aplica, de manera que una Reforma del Estado que abarque la reforma del servicio civil, tiene que darse con la aplicabilidad de la ley, no sólo con la aprobación de la normativa. Y en cuanto a la aplicabilidad de la ley, diría que existen tres sectores claves donde uno puede ver las diferencias en el sector público paraguayo, que crean un sistema de discriminación o de privilegios, en tres áreas: En el acceso al empleo; en el rendimiento y en el régimen de compensaciones”, explicó Quiñónez

“El acceso que no es igual para todos, porque si bien existe desde el 2000 la obligatoriedad de hacer concursos para que cualquier ciudadano acceda a un cargo público, es un principio constitucional, no es tal la accesibilidad. Si bien han habido intentos de mejora, y se han establecido mecanismos de tecnología avanzada como la concursabilidad y las plataformas para presentarse, que se han hecho desde la Secretaría de la Función Pública en años anteriores, eso quedó en el órgano rector pero no permeó hacia las otras direcciones de recursos humanos donde debería de haberse conducido este proceso de ingreso al empleo público”, sostuvo al tiempo de señalar que todavía “existe y persiste una fuerte influencia política para el acceso al empleo público”.

“Cuando vamos al régimen de compensaciones, yo puedo encontrarme una serie de diferencias que funcionan de forma vertical u horizontal. Me encuentro con funcionarios que aun estando en un sistema jerárquico, donde uno tiene un cargo mayor, resulta ser que el que está más abajo en términos verticales gana más que el que tiene un cargo superior. Horizontalmente, es mucho más visible, compañeros que desarrollan las  mismas responsabilidades, las mismas obligaciones, pero resulta que algunos tienen una categoría con muchos más beneficios, por igual trabajo hay muchas diferencias entre ambas personas”, dijo Raúl Quiñónez.

Finalmente resaltó la falta de un sistema que valore la productividad o rendimiento. “Ahí no es que haya tantos privilegios, sino que simplemente el estado paraguayo carece de un sistema para medir el rendimiento de los funcionarios públicos”

 

 

HABLEMOS DEL GASTO PÚBLICO

“Desde algunos sectores se hace mucho eco del gasto público y se hace una satanización del funcionario público por parte de algunos sectores interesados, el poder ejecutivo, el sector empresarial y  algunos medios de comunicación, pero tenemos que hacer comparaciones y manejar algunos datos: Paraguay tiene un promedio medio en la región de américa en cuanto a la cantidad de empleados públicos”, dijo Mirtha Arias, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

La representante de la CUT propuso hablar también de gastos públicos, porque una parte importante de presupuesto va a compras públicas que benefician a ciertos sectores y no son eficientes, tal como se vio en salud con la pandemia.

“Cuando hablamos de reforma del Estado, debemos hablar de otros aspectos que no solo tiene que ver con el funcionariado público. Me gustaría hablar de una reforma amplia del Estado, que tenga que ver con una mayor justicia fiscal, que tenga que ver también con otro aspectos que hacen al funcionariado público, uno de esos aspectos es que se habla de achicar el Estado, pero esta crisis nos demostró la importancia de contar con buenos profesionales de la salud”, dijo Arias.

 

“¿Cómo está compuesto el gasto salarial dentro del Estado? Es importante señalar que el 72% del gasto salarial está concentrado en los sectores de educación, salud, seguridad y justicia. Todas ellas son áreas consideradas claves”

NO SE PUEDE DISCUTIR REFORMA SIN PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL

“En primer lugar me parece importante que digamos que lo que plantea hoy el Poder Ejecutivo no es una reforma de Estado, se reduce a una reforma de la función pública, de la carrera civil, y eso es importante discutir también. Si bien están relacionadas, lo otro -la reforma de Estado-tiene que ver con la discusión del modelo de sociedad, modelo político, social y económico de Estado”, dijo Federico Enciso, de la  Central Unitaria de Trabajadores Auténtica (CUT-A)

“Existen diferencias dentro de la función pública, pero ahí podemos ver la necesidad de discutir el modelo de Estado que tenemos y que queremos, porque justamente el 70% de todos los funcionarios del Estado, ocupan policías, militares, maestros y trabajadores de la salud; y si se observa,  por ejemplo, los salarios del magisterio o de los trabajadores de la salud y se compara con otras instituciones, ahí se da cuenta en qué es lo que el Estado da prioridad en nuestra sociedad” explicó Enciso.

“Hay algunas visiones que tiene que ver con una política de ajuste y que en realidad de esto parte esta supuesta Reforma del Estado, que no es más que una política de ajuste con ciertas normativas que está intentando el Poder Ejecutivo.

“No podemos discutir una reforma de la función pública sin la participación real de la sociedad, en esta discusión. No se está dando. Por otro lado, todo lo que se discuta debería ser dentro del marco de la constitución, de las leyes y de los convenios internacionales. La propuesta que hoy plantea el Poder Ejecutivo violenta la constitución, violenta hasta los convenios históricos de la OIT”, concluyó.

 

TODAS LAS VOCES PARA TRANSFORMAR EL ESTADO

Con la certeza de que el Estado paraguayo necesita cambiar para erradicar las actuales desigualdades, la campaña “Todas las voces para transformar el Estado” busca intervenir el debate sobre la reforma para hacerlo más democrático y plural. Impulsada por el Centro de Documentación y Estudios (CDE) con apoyo de Diakonia, la iniciativa presenta a voces activistas de diferentes sectores, hoy invisibilizados, e invita a participar del debate a todas las personas y organizaciones interesadas.

Para recibir información, está habilitado el número de WhatsApp 0972-966858. Además, toda la información está disponible en la web www.todaslasvoces.org.py y en diferentes redes sociales, con el hashtag #TodasLasVocesPy.