[ssba]

Meliza Fleitas. Fuente: Facebook

El feminicidio que la Fiscalía Paraguaya no investigó. Después de un año y cuatro meses de su desaparición, su cuerpo emergió de la tierra tras una lluvia. La encontraron sus amigas, familiares y las feministas de La Feroz Colectiva.

 

Meliza Fleitas tenía 17 años la última vez que la vieron. Fue el 20 julio del 2017 en un concierto en un hostel de Ypacarai, una ciudad en las afueras, pero no tan lejana de la capital paraguaya.  Ella estaba con su novio Jaime David Vera Fernández “el yanqui” ese día.

Hacía cuatro meses que ella había ido a vivir con él. Ella era metalera. De padres separados, de familia pobre. Había vivido con su padre, un vendedor ambulante,  hasta que se puso de  novia con Jaime y decidió ir a vivir con él.

Por ese tiempo, Meliza estaba a punto de cumplir 18, pero pronto avisó a sus amigas que quería terminar la relación con Jaime. “La veíamos más triste”, recuerda ahora su amiga Marian Servín Benítez en entrevistas de medios.

“Veíamos moretones de golpes en su cuerpo, emocionalmente la veíamos más triste, como que algo le pasaba, hasta que ella dijo que iba a terminar con él porque se había enterado de cosas que no le parecían normales: él se cortaba, era violento, le gustaba hacer cosas fuera de lo normal”, dice.

Después del concierto, a Meli no se la vio más por la ciudad, pero al novio sí. Su padre, Luis Enrique Fleitas, vivía en otra ciudad, pero sus amigas lo contactaron y él hizo la denuncia formal después de 15 días de la última vez que la vieron.

Desde la primera denuncia, pasaron un año y cuatro meses. Dos fiscales y cuatro “allanamientos” a la casa en cuyo patio estaba enterrada Meli. La Fiscalía no quiso encontrarla. Meli emergió de la tierra.

Después de varios días de lluvia. El sábado 13 de octubre, a un albañil que trabajaba al lado de la casa de Jaime David Vera, le pareció raro ver tantas municiones en el piso y las tierras removidas en forma de rectángulo. En la casa, seguía viviendo una tía de Jaime. El albañil comentó con otros vecinos y  decidieron llamar a una amiga de Meli, que a su vez formaba parte de “La Feroz Colectiva”, un grupo de feministas autónomas que empapeló la ciudad de Asunción con los rostros de Meli al año de su desaparición en julio pasado.

Desde ese momento, las activistas de La Feroz Colectiva quisieron ir a la casa a buscarla ellas mismas, pero llamaron a los fiscales y a los policías. La fiscalía no movió un dedo y les decía que se trataba de “una denuncia falsa”. Al tercer día, llamaron a un periodista de televisión. Fue entonces que unos agentes policiales fueron a la casa a ver lo que el albañil había visto. Los medios de comunicación empezaron a hablar del hallazgo, pero la Fiscal del Caso, Milena Basualdo, ni siquiera había llegado al lugar.

Cuatro días después de las primeras denuncias de La Feroz Colectiva, el martes, la plaza de las mujeres reunía toda la rabia y la impotencia en la plenaria semanal de la Articulación Feminista de Paraguay. La semana anterior, habían encontrado  a Dalma Rojas Rodas, de 23 años, junto a sus dos hijos, su madre y su padrastro, enterrados en el patio de su casa en pleno centro de Asunción. El ex novio, Bruno Marabel, había confesado la autoría y una periodista, Noelia Díaz, la secretaria general del Sindicato de Periodistas del Paraguay había sido amenazada de muerte por Twitter por decir que el caso de Dalma era un caso de feminicidio. Un mes complicado para las mujeres en Paraguay, que cuenta  a Meliza Fleitas como el caso 43 de lo que va del año.

“Nos están matando, nos quieren callar y  más que nunca, necesitamos organizarnos”, dijo una de las participantes en la plaza. La Articulación Feminista se declaró en asamblea permanente. Un grupo de La Feroz  Colectiva llegó de la Morgue Judicial minutos antes de terminar la asamblea para informar que se necesitaba hablar con la dentista de Meliza, pero la bota negra que le había regalado una amiga y el tapado que encontraron en la fosa,  eran de ella. Hasta ese momento, no había orden de captura internacional de Jaime David Vera Fernández, pese a que cuando fueron a su casa, habían encontrado numerosas armas y municiones.  Y ahora, estaba el cuerpo.

 

ALERTA FEMINISTA

Las feministas de Paraguay están en alerta. Jaime David Vera Fernández puede estar en Brasil: se compró un pasaje a su nombre desde Ponta Porâ hasta San Paulo; también se compró un vuelo a su  nombre con destino a Colombia. Pero su tía que vive en la casa dónde estaba el cuerpo de Meli, dice que “fue a la Argentina por motivos de salud”. También quienes lo conocen saben que su padre vive en Estados Unidos y su madre, en Francia. Por eso tenía el apodo de “el yanqui”.

Fuente: Facebook

DOLOR Y JUSTICIA

 

En la plaza, las feministas hacen correr una cartuchera. Para hacer una despedida a Meliza Fleitas se necesita ayudar a la familia con dinero. Para calmar el dolor, se necesita que haya un poco de justicia: al día siguiente se aparta del caso a la fiscala. Es que habían ido  cuatro veces a la casa, pero no la buscaron en el patio.

 

Las feministas de La Feroz Colectiva hicieron una conferencia de prensa para denunciar la inacción del Estado. Foto: Gentileza