• 07 May 2022

En guaraní javyky significa tocar, dañar lo que no se debe, robar lo que no es de uno.

Ojejavyky implica que alguien ha sido despojada o despojado de algo suyo, propio. Cuando una niña, niño o adolescente es abusada o abusado sexualmente, se le roba su derecho a vivir sin dolores ni traumas.

Aquí en Paraguay se les está dañando, robando a niñas y niños diariamente. Y a quien sufre un abuso sexual se le arrebata su derecho a vivir con salud y equilibrio emocional, a veces, a lo largo de su vida. En 2022 cada día 11 niñas y niños sufren abuso sexual.

Eso es criminal. Y ello se puede prevenir con protección y amor familiar, claro que sí, pero eso no basta. Es urgente que niñas y niños tengan educación integral de la sexualidad que les permita defenderse, saber que su cuerpo y sus sentimientos no deben ser usados, vejados, apropiados y violentados impunemente.

Y el Estado y sus instituciones deben ofrecer y garantizar plena protección y seguridad para una buena infancia y adolescencia.

¡Paremos el abuso sexual y las violencias cotidianas hacia niñas, niños y adolescentes!

Foto: Grupo Luna Nueva.
Marcha 2019 contra la violencia y la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes