• 13 Oct 2014

proyecto-ley-integral-270x255Por Mirta Moragas // Si la vida fuera facebook, yo diría que asistimos anoche a un #TBT[1] televisivo[2]: el debate sobre el proyecto de ley integral contra la violencia hacia las mujeres “basado en asimetrías de género”. Con 5 dictámenes en contra (incluido el de una de sus proyectistas) y dos años después de haber sido presentado, el debate que se dio sobre ese proyecto no puede ser calificado de otra manera. La única novedad es que aparecieron sus proyectistas.

Hubiera sido un aburridísimo debate entre tres feministas y una jueza si no fuera por tres detalles. Dos de ellos se pudieron apreciar al ver el programa; el otro, les relato a continuación.

La jueza que participó del debate, titular de la Secretaría de Género del Poder Judicial, dijo que las organizaciones de mujeres “cacareamos” por veinte años, pidiendo leyes integrales contra la violencia y que ahora “no queríamos la ley”. Hablemos del cacareo.

El cacareo es el sonido emitido por las gallinas. Según algunas fuentes, sólo las gallinas (hembras), cacarean; los machos, “cantan”. Como hoy en día todo está en twitter, la cuenta @cacareos, señala que el cacareo “metafóricamente se dice de lo que se habla inútilmente y con jactancia”. A su vez, la RAE[3] habla de que el cacareo es “Ponderar, exagerar con exceso las cosas propias”.

Si la titular de Género del Poder Judicial dice que las organizaciones de mujeres “cacareamos”, ¿qué le podemos pedir al resto del Poder Judicial? ¿Cómo podemos pretender que la mayoría de los jueces apliquen la perspectiva de género en su accionar si la persona que encabeza la entidad que se supone que es la que tiene que velar porque así sea, considera que quienes luchamos por los derechos de las mujeres “cacareamos”?

Ya que estamos en el Poder Judicial, el segundo elemento que la misma jueza afirmó es que incorporar la violencia que sufren las lesbianas y las trans hubiera “trancado” el proyecto, y que no incluirlas fue “aplicar un criterio de realidad”. Es decir, ahora “aplicar un criterio de realidad” es la definición que se utiliza para no decir “discriminar”.

Lo que ella no está dispuesta a aceptar es que el proyecto (incluso sin incorporar la violencia hacia las trans y las lesbianas) apenas pasó la puerta del Parlamento, pues con definiciones incluidas como “la violencia es la privación evitable de la satisfacción de una necesidad humana”[4], parece que bastó para ello.

 


[1] El hashtag #TBT viene de la expresión “Throwback Thursday” que significa en español “Jueves de antaño”. Surgió de manera espontánea y sin previo aviso gracias a los propios usuarios de Instagram, hasta que se convirtió en una de las etiquetas más populares. El hashtag o HT #TBT, tan usado en Instagram, se ha expandido también a Twitter y su uso consiste en que cada jueves los usuarios rescatan fotos antiguas de ellos mismos tomadas en su infancia o hace años y las publican en su perfil añadiendo el hashtag #TBT, pero esta regla no se cumple en su totalidad, ya que la mayor parte de los usuarios que usan este HT, lo utilizan cada vez que quieren sin importarle el día.

[2] Se trata del programa “Mina en Domingo”, emitido por Unicanal el día 12 de octubre de 2014.

[3] Real Academia de la Lengua Española.

[4] Definición de violencia del proyecto de ley integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres basada en asimetrías de género, expediente D-1225367.

 


  • 05 Feb 2010

Lilian Soto // A las mujeres haitianas que ya no están, amigas, hermanas, madres, compañeras, amantes.

Con la esperanza de que nuestro recuerdo y nuestros pensamientos las acompañen en su tránsito a esa naturaleza que respetaron, cuidaron y amaron, y en cuyo abrazo se han marchado…

Que sus savias se unan a la tierra para que lo nuevo vuelva a surgir…

A las mujeres haitianas que continúan allá, buscando y enterrando a sus muertos y muertas, a sus hijos e hijas, a sus compañeros y compañeras, a sus amores, a sus madres y padres, a sus hermanos y hermanas,

Que nuestra solidaridad las apoye, para que puedan recuperar la armonía y el equilibrio en sus vidas…

Que nuestras energías, unidas, lleguen hasta ellas para que las fortalezcan en la difícil tarea de hacer que su tierra, sus cuerpos y sus corazones, cierren sus heridas y renazcan…

Que nuestras palabras de coraje las ayuden a superar la angustia por el futuro de su país y se sientan acompañadas por sus compañeras feministas de
todo el mundo…

A las compañeras que están al frente de los campamentos de solidaridad, en República Dominicana, en la frontera y en las ciudades de Haití,
Que nuestra admiración y apoyo las apunten, para que no decaigan en su labor de soporte a las mujeres haitianas, y las ayuden así a dar continuidad a sus organizaciones, recuperar sus archivos y sus memorias, y mirar el horizonte para decidir sus caminos, sin que nadie más decida por ellas…

Y a todas ellas les decimos:

Que pueden contar con nuestro compromiso solidario de apoyo a sus reivindicaciones…

Que en Paraguay existen mentes, sentidos y voces que las están acompañando…

Y que estamos seguras de que Haití renacerá, de la mano de hermanas que pertenecen a esa constelación universal de mujeres que luchan, pelean, caen y vuelven a levantarse,

para seguir construyendo…

Que así sea…

 

Haití niña


*A decir de la autora: collage de pensamientos y deseos que muchas expresaron en diversos momentos, algunos textuales, por lo tanto se trata de una construcción colectiva. Leído en el homenaje realizado el jueves 4 de febrero al pueblo de Haití, y las compañeras feministas muertas en el terremoto. Acto organizado por la Secretaría de la Mujer de la Presidencia de la República en el Centro Cultural de España Juan de Salazar.


  • 28 Sep 2009

Verónica Villalba Morales // El contexto: Merengue a todo volumen, la tormenta parece que se viene, las luces apagadas, velas encendidas y yerba “buena” para alegrarnos el fin de semana, “hay cosas que te ayudan a vivir”, dice Fito Páez (que nada tiene que ver con la salsa que escuchamos en la isla…). Necesitamos alegría porque hace unos días nos la robaron, en República Dominicana aprobaron el artículo 30 en la reforma constitucional, el mismo reconoce la vida desde la concepción, con esta definición la despenalización del aborto queda fuera de todo posible debate; los cortes de luz de 12 horas incentivan la chercha (fiesta, charla en este caso).

– “La Iglesia Católica quiere controlar desde hace siglos los cuerpos de las mujeres y siempre se salen con la suya”, dice ella con sus enormes ojos azules porque cuando habla parece que son ellos desde donde sale su voz….

– Sí, pero qué mujeres? ¿Quiénes son esas mujeres? La Iglesia controla no sólo los cuerpos de las mujeres biológicas , los gays, las personas trans, todas las sexualidades que no son heterosexuales/reproductivas y dentro del matrimonio, todas las otras relaciones, las otras sexualidades, son parte de su control, es una cadena, en ella el aborto es un eslabón más, digo yo… (la que siempre habla de translesbisputos)

– “Sí es verdad, es una cadena, la Iglesia ejerce ese control sobre todos los cuerpos, pero quiénes sufren la muerte en una camilla, por tener que realizarse un aborto en forma clandestina son las mujeres, ellas son las que sufren porque son las únicas que se embarazan, las que pueden tener hij*s, no se puede comparar a otras identidades sexuales porque no viven lo mismo…Pero de la misma manera que no hablamos de otras identidades sexuales tampoco mencionamos a los hombres, ellos están implicados en cada uno de los abortos, y los olvidamos…”

El debate siguió por dos largas horas, y me animó a desarrollar esta idea que ronda mis pensamientos hace varios años y que ahora la puedo poner en palabras escritas…

El pasado
Hace unos años atrás estaba en Asunción, Paraguay en una de las primeras acciones de la Campaña 28 de Setiembre, por la Despenalización del Aborto en América Latina, hablaba con mi compañera y en broma le dije: “nosotras las lesbianas no tenemos que esforzarnos tanto por el aborto”, bromear con las feministas era/es difícil, siempre había que explicar todo, y yo que también era feminista (sigo siendo feminista y me animo a cuestionarme, a reírme de mí misma y cuestionar y reírme de ese “feminismo tradicional” y no es que yo me crea la moderna, sólo me río y me desnudo con mis errores y escribo así…) cuando me encontraba en esa situación de tener que explicar mi broma, quería que la tierra me tragara, eso pasó, pero la tierra no me tragó y mi compañera feminista intelectual políticamente correcta a quien nunca parecía turbarle nada, ni la más dura activista fundamentalista católica, me respondió: “sos una mujer y te pueden violar al salir de acá, quedarte embarazada y querer abortar”; yo, que estudié en un colegio de monjas, me sentí culpable luego de escuchar a mi compañera, ¡qué terrible pensamiento se me había cruzado por mi mente para decir semejante estupidez, para atreverme a bromear con el aborto y las lesbianas! Me sentí mal, quería borrar esas palabras, avergonzada delante de mi compañera feminista intelectual políticamente correcta, por una estúpida broma; sin embargo la bruja que llevo dentro me decía que el punto para que yo defienda el derecho al aborto no era sólo ser sujeta de una posible violación, algo más tenía que existir, no era sólo la violación, ni el deseo de no ser madre, ni el hecho de ser una lesbiana que, en ese entonces, quería reafirmar su identidad como tal.

La crítica
“Nosotras parimos, nosotras decidimos”, este slogan es un error, es mentira y además ¿quien quiere que sea así? Está basado en la diferencia sexual, remarca a las mujeres biológicas y deja fuera, o pone el énfasis, en “el destino biológico de las mujeres”: embarazarse y ser madres. Si ese destino es construido, si nuestros deseos son construcciones culturales, ¿porque reafirmar lo biológico? Yo no quiero parir, por lo tanto nunca voy a decidir, ¿quiénes son nosotras? El deseo de ser madre ¿se construye o no? O, ¿está en los cromosomas xx de cada mujer ser madre?

Entonces ¿cómo defendemos el derecho al aborto?, ¿Por qué viene la tristeza si se penaliza? El control de los cuerpos en esta sociedad, el de la Iglesia Católica, como uno de los poderes principales, no sólo es el de los cuerpos de las bio-mujeres, es el control de la sexualidad de los cuerpos en su diversidad, en su diferencia y subjetividades, si lo focalizamos solamente al de las bio-mujeres nos equivocamos (¿porque nos olvidamos de Foucault? Aquella compañera intelectual feminista políticamente correcta lo leyó seguro, y ¿entonces?), y la Iglesia Católica casi nunca se equivoca, ellos siempre tienen el discurso correcto: el aborto, los putos, su matrimonio homosexual y su no al uso del condón, todo junto.

¿Son las bio mujeres las únicas que mueren en las camillas por abortar? ¿Y la niñez trans e intersexual?¿No mueren por querer ser lo que son? O mejor, ¿cómo viven por querer ser lo que son? Si soy lesbiana (que ya no soy) ¿defiendo el derecho al aborto porque puedo quedar embarazada de una violación? ¿No existen hombres trans embarazados? ¿No se puede comparar? ¿Vamos a contar cuántos muertos tiene cada identidad para ver de quién hablamos, y el derecho de quién defender? ¿Cómo vamos a hablar de aborto con la ya famosa lista de la diversidad: putos, tortas, travestis, intersexuales, bisex, etc. etc.? ¿Cómo? ¿Y los hombres biológicos heterosexuales, dónde caben? La lista nos persigue, la lista no se embaraza, auxilioooooooooooooo, yo también me voy.


  • 28 Sep 2009

Sole Ascencio // Feministas Biobio, Concepción-Chile.  La línea telefónica nace con dos objetivos. El primer de ellos, entregar información a las mujeres respecto del uso del misoprostol, medicamento que bien sabemos las mujeres llevan años utilizando. Desde este punto de vista, no estamos descubriéndoles a las mujeres nada nuevo. Lo “nuevo” está en proporcionar información segura, respaldada por diversas organizaciones. No se trata de dar consejería ni de hacer derivaciones, y eso bien lo saben las telefonistas, en quienes debemos confiar y a quienes debemos apoyar, por cuanto están haciendo un trabajo impecable, siguiendo cada una de las modificaciones hechas al protocolo.

Pero hay un segundo objetivo, uno más político, que tiene que ver con abrir/posicionar el debate de los derechos sexuales y reproductivos, y más concretamente, el de la despenalización legal y social del aborto, sin apellidos. Ello, bajo el convencimiento que las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestra vida. No podemos hablar de equidad cuando el ejercicio de derechos está limitado y/o restringido.

Respecto de esto último aún tenemos mucho por hacer. Hasta ahora las noticias que han aparecido en los medios giran en torno a si se constituye o no un ilícito el funcionamiento de la línea, toda vez que el aborto está penado por ley. Empero, poco o nada se ha hablado de derechos sexuales y reproductivos, el debate más político ha estado ausente, ha sido silenciado, y he ahí nuestra responsabilidad en tanto mujeres feministas, debemos instalar el tema en los distintos espacios en que nos movemos, mediáticos y no mediáticos.

Las feministas de Concepción estamos convencidas que no constituye delito proporcionar información respecto del uso del misoprostol, en cambio sí constituye un derecho humano y universal, y una responsabilidad en tanto feministas. Tenemos el convencimiento de no estar “incitando” a nada, de no estar promoviendo nada. No es apología del aborto, es el derecho a la información y a la decisión, decisión que es y será siempre de las mujeres. Cabe destacar que las llamadas por día alcanzan a 6 en promedio y los fines de semana se incrementan de manera considerable. Las llamadas en un 95% son de mujeres que realmente necesitan la información, el otro porcentaje tiene que ver con otras necesidades.

El discurso político, ese que debemos liderar todas y cada una de nosotras, a lo largo y ancho de nuestra conservadora geografía, debe sostenerse en el convencimiento de estar ejerciendo uno de los derechos fundamentales, cual es el derecho a la información. El saborcillo del ilícito tiene su encanto, mas, si nos quedamos ahí, no dejará todo esto de ser un debate jurídico-policial.


 

FUENTE: Material Línea de Aborto Seguro